Cuando era chica viajaba al campo con mi mamá en Tren. Pasaba horas y horas viendo postes con nidos de horneros, campo y sembrado, vacas y cada tanto alguna laguna o arroyito.
El hornero es un pájaro majestuoso.Es elegante y camina con gracia.Su nido, tiene forma de horno de barro, es muy resistente y lo construye la pareja. Aunque suene gracioso, el nido tiene 2 habitaciones... Sí!!! hacen una división interior, ya que solo en una parte, colocarán los huevos... y sigue siendo también la pareja, la que va a alternarse para incubar.
Por qué pienso esta mañana en los horneros? Por lo organizados, por lo unido de la pareja, justo en estos días en que los Argentinos, necesitamos unión... a diferencia de otras aves, el hornero no nos teme a los humanos, no se escapa cuando le pasamos cerca...
Volviendo del trabajo, pensaba en qué té eligir para este momento: los pájaros por doquier buscando gusanitos aprovechando la tierra húmeda, me llevaron en recuerdo a Sierra de los Padres... a esas llanuras bondadosas...
Conocen L´erbe?
Aún no? Bueno, vamos a conocerlo!!!En un Valle inundado de colores y perfumes, antes de ingresar a Sierra de los Padres (Mar del Plata), está L ´erbe, Casa de Té y Restaurante y junto a ella, La Rochetta, una casona con tanque australiano, ideal para hospedarse viendo la gama de marrones y verdes del sembrado.
Ahora entiendo por qué se unen el campo, el hornero, mis recuerdos y la sierra... porque de esos campos, provienen los arándanos, las frambuesas y otros frutos con los que Lerbe hace sus dulces caseros... o con los que elabora su Pastelería. O los elementos que componen sus blends, gran parte de ellos elaborados sin Té, solo infusiones, solo hierbas, frutas y especias, para inundar el ojo primero, luego la nariz y por ultimo, el alma!!!
¨No tiene sentido forzar los ritmos de la vida. El arte de vivir consiste en
aprender a invertir el tiempo en todas y cada una de las cosas¨
La vajilla es bien vistosa, la ambientación es un viaje a los sentidos.
L´erbe es un lugar para volver.Conocer y volver, para apreciar definitivamente todo. Por ejemplo, ubicarse una vez en planta baja y otra en la parte superior, donde la vista del Valle es so-ña-da!
En el km 3,20 de la ruta 226, una camino de lavandas te conduce a un valle de ensueño. Un encuentro con la inmensidad de la naturaleza que invita a caminar bajo el sol en la contemplación de plantaciones de hierbas, y frutas que se sumarán luego, a los más selectos té, las limonadas o los platos gourmet.
Como adhieren al movimiento slow, todo se hace sin prisa. En L´erbe no tienen problema en que fotografíes, ni en que recorras y menos aún te apuran para que dejes libre la mesa.Tampoco ponen objeción con la ubicación. Yo en una de las visitas, ocupé una mesa para 6 en el mirador, siendo solamente 2. Y eso en Buenos Aires, es sencillamente, im-po-si-ble!
La carta es variada.Todo viene delicadamente presentado.
Y hasta el baño es digno de fotografiar, amplio y lleno de detalles.
Y otro valor agregado tiene L´erbe: hacen reservas! De manera que en tu próxima visita a Mar del Plata, no dudes tomar Av Luro y en pocos minutos estás en
L´erbe, en Sierra de los Padres. Y si tenés un rato más, no dejes de conocer el zoo, otro espacio bastante ¨salvaje¨ donde seguramente, también los horneros de mi relato, se pasean con elegancia!
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